miércoles, 11 de marzo de 2009

La mayoría de rusos prefieren la dictadura y la economía dirigida.

Señala el sociólogo Alexei Levinson, del Centro Levada en un artículo en el diario Vedomosti. (Ver en el segundo artículo del enlace).

"El porcentaje de los rusos que se decantan por un sistema basado en la planificación y la distribución pública alcanzó el máximo de los últimos 12 años, el 58%(...)las preferencias políticas. Al finalizar el gobierno de Yeltsin, un 43% de los rusos defendían las ventajas del sistema soviético frente al 32% que se declaraban partidarios de la democracia al estilo occidental. Ocho años más tarde, ambos bandos disminuyeron al 24% y al 15%, respectivamente, mientras que los defensores del "actual modelo" pasaron del 6% al 36%. Hoy en día, representan el 25%".

Economía dirigida y sin propiedad privada gana por mayoría absoluta, 58%. Y el putinismo (de facto una dictadura autoritaria) gana por mayoría relativa del 36%, frente a un 24% de la dictadura totalitaria, y un 15% de la Democracia Liberal plena.

Parece claro que desde hace tiempo en Rusia las chicas quieren un chico Такого как Путин (tal como Putin). Tomen nota.


KEI, ABL, NCADE hacen la intercepción de Misiles Balísticos durante la fase de impulso viable.


(El artículo por Loren Thompson) La ausencia de defensas efectivas contra pequeños ataques efectuados por misiles balísticos, incrementa los incentivos para que otros países adquieran dichas armas. Por tanto, una posibilidad evidente sería la de construir una modesta defensa antimisil por parte de Estados Unidos, que fortalezca su disuación y desaliente la proliferación nuclear.

Sin embargo, esto sólo es cierto (lo de disuadir y desalentar) cuando las defensas son verdaderamene capaces de destruir el ataque de los misiles. Y son los sistemas que actúan durante la fase de impulso (boost-phase) los que son más capaces de alcanzar dicho objetivo. O al menos ellos reducen los desafíos que se afrontan en fases posteriores, en los que un fino ataque de pocos misiles, se combierte en una gruesa nube de cabezas de guerra, señuelos, contramedidas y desechos.

La nueva administración del Presidente Barack Obama, puede mantener con vida la promesa de la mejora tecnológica de la defensa contra misiles balísticos por una pequeña cantidad de dinero. Los recursos requeridos para sustentar la intercepción durante la fase de impulso (boost-phase) es mucho menos que la cantidad que el gobierno federal gasta cada día. En números redondos, es de 3 o 4 mil millones de dólares al año, que no es mucho dinero, comparado con las consecuencias de un arma nuclear alcanzando suelo americano.

Los tres programas, que seguía la administración Bush en los pasados ocho años, y que ofrecen el mayor potencial de efectividad para la intercepción de misiles balísticos en la fase de impulso (o fase de ascenso), eran:

-- El Interceptor por Energía Cinética (KEI- Kinetic Energy Interceptor)

-- El Láser Aerotransportado (Airborne Laser)

-- Elemento de Defensa Aérea Basada en Redes (Nerwork Centric Airborne Defense Element)

Otros programas podrían también ser aplicados potencialmente para interceptar misiles durante la fase de impulso, son el misil naval (Standard Missile) SM-3, basado en los buques de guerra de la US Navy del tipo Aegis, o el esfuerzo que hace la US Air Force con los "Golpea y Mata por Lanzamiento Aéreo" (Air Launched Hit to Kill).

Sin embargo, estos programas dependen de una favorable posición geográfica, y que amenacen con perspectivas de éxito a dichos misiles balísiticos, en la más temprana y más vulnerable fase de vuelo. El Interceptor de Energía Cinética, el Láser Aerotransportado y el Elemento de Defensa Aérea Basado en Redes son las más flexibles y empleables opciones en una amplia gama de circunstancias. Por tanto, son los conceptos más importantes contra los misiles balísticos durante su fase de impulso, si se quiere seguir por el buen camino.

El mecanismo de adquisición de blancos del Láser Aerotransportado, es un emblema de la avanzada tecnología desarrollada por los militares, para interceptar los misiles balísticos a largas distancias. Piénsese que para que el láser químico pueda alcanzar y destruir satisfactoriamente a los misiles, ha de hacerse teniendo en cuenta el rápido movimiento de los mismos, a cientos de millas de distancia, mientras se compensan las turbulencias atmosféricas.

El sistema de combate Aegis de la US Navy, embarcado en naves de combate de superficie, está siendo adaptado para interceptar misiles balísticos en su curso medio (midcourse), y que en algunos casos podría ser usado para interceptarlos en la fase de impulso también.

Los Estados Unidos actualmente planean desplegar una arquitectura de defensa por capas, en el que armas como el Láser Aerotransportado, podrían limpiar las amenazas antes de que estas entraran en las trayectorias de las que luego pudiera encargarse el Aegis.